Todo un ejemplo de superación. El inventor de la máscara de gas además del semáforo automático; Morgan.

El 27 de julio de 1963, fallecía el inventor estadounidense Garrett Augustus Morgan (4 de marzo de 1877, Paris, Kentucky – 27 de julio de 1963).

Morgan, pese a ser un genio,  tuvo que hacerse pasar por indio nativo canadiense para poder seguir con su vida profesional al ser discrminado por ser afroamericano.

Morgan, el séptimo de 11 hermanos, sólo tenía una educación escolar elemental, pero era extremadamente inteligente. A los 10 años se mudó hacia Ohio, Cincinnati, en busca de mejores oportunidades. Comenzó su vida laboral como técnico de máquinas de coser y rápidamente inventó un sistema para perfeccionar las máquinas, que vendió en 1901 en menos de 50 dólares.

Su esfuerzo se enfocó en inventar unas máscaras de gas, muy útiles para trabajos donde hubiera gases y humo que fueran peligrosos para los seres humanos. Inventó la primera máscara de gas en 1912, por la que obtuvo una patente del gobierno norteamericano en 1914, se trataba de una capucha de lona que tenia dos tubos que llegaban hasta el suelo a la que se adherían esponjas húmedas para filtrar el aire que entraba por ellos, la inventó pensando en trabajos con riesgo de inhalaciones mortales como bomberos o químicos.

La novedosa mascara de gas o protector de humo, se hace muy conocida por todo Estados Unidos cuando, el 25 de julio de 1916, Garrett Morgan junto a tres hombres utiliza su invención para rescatar a varios trabajadores atrapados en el túnel del Lago Erie, Cleveland, tras una explosión

Al conseguir la patente de invención por el gobierno norteamericano en 1914, Morgan decide comenzar su vida como un verdadero empresario, fabricando mascaras de gas.

El negocio inicialmente fue bueno, sobre todo durante el Primera Guerra Mundial, pero cuando sus clientes descubrieron que era afroamericano, las ventas empezaron a disminuir. En 1912, experimentando con un  liquido para agujas de máquinas de coser, accidentalmente Morgan descubrió que este no sólo alisaba las telas, sino también el cabello, con este descubrimiento el ingenioso inventor aprovechó para alisar su cabello y hacerse pasar por un indio de la reservación Walpole, en Canadá.

En 1920 Garrett Morgan comenzó a trabajar en el invento que lo hizo más famoso y que cambiaría la manera del tránsito de automóviles en el mundo. Precisamente el 23 de octubre de 1923, Morgan patentó el semáforo, este era un aparato manejado manualmente que dirigía el tránsito de dos avenidas con las señales de pare y siga. Para demostrar su funcionamiento, se fue para el cruce de las dos calles más transitadas de Ohio y el resultado fue todo un éxito.

Aunque para 1923, ya existian muchos semáforos de dos señales (Stop and Go), a lo largo de las calles estadounidenses, la ventaja del semáforo diseñado por Morgan, era la capacidad de ser manejado a distancia mediante un sistema mecánico y no manual. Pero este sistema no fue puesto en producción, por detener el tráfico en todas sus direcciones con el fin de permitir el paso de los peatones con mayor seguridad. Garrett Morgan en 1923 fue la primera persona en lograr la patente por un semáforo de tres etapas eléctrico.

Al poco de tiempo, la multinacional General Electric se interesó mucho en el ingenioso invento de Garrett Morgan y decidió adquirir la patente de este por 40.000 dólares.

Además de ser un gran inventor, Garrett Morgan también dedicó su tiempo para trabajar por los derechos de los afroamericanos en los Estados Unidos, trabajó en organizaciones sociales y fundó un periódico que difundía los derechos que debían tener.

En 1963, cuando ya contaba con 86 años de edad, fue galardonado por el gobierno de Estados Unidos con una mención por su aporte a la seguridad pública.

Murió en 1963, a los 86 años.